Serían seis meses pero terminó en tres. Drogas, mujeres, armas, dinero, corrupción, sangre y muerte son las palabras clave que engloban al chapo. El que ha sido llamado el Juicio del Siglo al narcotraficante más buscado del mundo: Joaquín Guzmán Loera.
En este tiempo, los mexicanos estuvimos siguiendo este proceso histórico sin precedentes. Escuchamos todo lo que sobre él se comentaba, vimos lo recreado en la imaginación. Lo que se creía una mera dramatización de la vida del capo fue superado por la propia realidad.
Ex socios y colaboradores, narcotraficantes y ex parejas fueron testigos tomados para este proceso. Guzmán nunca habló más que para rechazar su oportunidad de expresarse. ¿Cómo lo iba a hacer? Si hubiese sido una contienda de boxeo. Esto hubiera sido una tremenda golpiza para el Chapo que terminó en un knock out.
Corrupción
Todos los medios hablaron de este histórico juicio. Hubo un golpe muy fuerte para todos los mexicanos durante este tiempo. El que produjeron los tres nombres -dos más que el otro, y uno aún más repetido- mencionados por testigos. Estos eran los nombre de tres ex presidentes que recibieron sobornos de Guzmán Loera.
Los nombres de la vergüenza -así se sienten en este país tan golpeado por la corrupción. Carlos Salinas De Gortari, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. Los últimos dos negaron por completo las acusaciones. Al ex mandatario panista le adjudicaron el pago de numerosas cantidades de dinero. Para que el ejército se encargara de eliminar a los contrapartes narcotraficantes de Guzmán Loera. Mientras que el priista recibió grandes pagos para la publicidad durante su campaña electoral. Salinas de Gortari fue salpicado por esta bomba. Cuando el narcotraficante Jorge Cifuentes declaró haber sobornado a Luis Morales Lechuga. El ex procurador durante el sexenio del ex mandatario también priista. En resumen, el Chapo le llegó a los tres poderes en la yugular, con lo que más les gusta, dinero.
El hombre más rico
Si parecía poco, todavía llegaría más: 200 toneladas, o lo que es igual, 200 mil kilómetros de cocaína. Que fue lo que el Cartel de Sinaloa transportó y, al parecer, sólo se habla de los Estados Unidos. En 2016 la revista Forbes anunció la fortuna de el Chapo de mil millones de euros. Entre tantos negocios en el mundo del narcotráfico a través de empresas fantasma. En 2014 había confesado haber asesinado entre dos mil y tres mil personas. Entonces imaginen cuántas más habrá asesinado desde el 11 de julio de 2015. Cuando se fugó por segunda vez, hasta el 8 de enero de 2016-. Y todo ello sin contar con la lista negra de 28 personas a las que deseaba ver muertas.
Conocidos criminales del mundo del narcotráfico testificaron para el Juicio del Siglo: los gemelos Pedro y Margarito Flores. El hijo de la mano derecha del Chapo, Vicente Zambada Niebla; el ex agente de seguridad que apoyó a Guzmán. En 2001 cuando se dio la fuga; Dámaso López Núñez, el jefe del cártel del Norte del Valle; Juan Carlos Ramírez Abadía alias “Chupeta”; Jesús “el rey” Zambada, tío de Vicente; el colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa alias “Simón” o “J”, entre otros muchos más.
También fueron reveladores los testimonios del agente de la DEA y de Lucero Guadalupe Sánchez López, la “narco – diputada” ex amante de Guzmán Loera. Dentro de las declaraciones de estos dos personajes tenemos datos sobre su última recaptura y sobre su vida íntima de los que pueden rescatarse dos cosas: era un mujeriego y un espía.
El jefe
Podríamos sacar más historias pero con esto tenemos para esta edición. Pero, antes de despedirnos, no podemos dejar a un lado la razón de ser del título de esta columna: un “jefazo” que, cuando era joven, según la serie biográfica disponible en Netflix, soñaba con ser el rey del narcotráfico y lo logró por un tiempo, tendrá su último trono en una solitaria celda en una de las prisiones más temidas por los criminales del mundo entero. Se trata del penal de ADMAX, ubicado en Florence, Colorado.
Robin Hood
El veredicto del jurado, en boca del juez Brian Cogan, ha sido la cadena perpetua para este hombre que añoró ser el rey, que muchos vecinos de su tierra natal veían como al Robin Hood de Badiraguato y un ex agente de la DEA como al “discípulo de Satanás”. Después de escuchar, el sinaloense echó la mirada a su esposa, Emma Coronel, a quien le levantó el pulgar y le regaló una sonrisa. Al salir de la corte, una reportera le ofreció un pañuelo y, en respuesta, dijo una frase que seguramente será un icono de este proceso histórico: “No voy a llorar, aquí no ha muerto nadie”.
Después de todo lo mediático, la pregunta debería ser: ¿Qué pasará con el cártel de Sinaloa? De algo estamos seguros, y los expertos lo han dicho: la organización narcotraficante no necesita de su cabeza principal para seguir funcionando. También hay dos opiniones respecto a qué pasará: unos dicen que ahí morirá, mientras que otros especulan una huida, pero “legal”, por la puerta principal, basándose en la humilde petición de la señora María Consuelo Loera Pérez, madre del capo, al presidente de la República en su visita al pueblo natal de Guzmán Loera. Agregada a la petición a López Obrador, Loera Pérez desea recibir una visa humanitaria de parte del gobierno estadounidense para poder visitarlo.
Extradición para el Chapo
Hay una duda aún más interesante, ¿por qué Guzmán Loera no es sentenciado a la pena de muerte? Los crímenes que se le imputan dan total merecimiento, pero resulta que, dentro del acuerdo de extradición entre Estados Unidos y México, se establece que se negará el proceso si no se asegura que el condenado no padecerá la pena de muerte. Hay una opinión muy válida que reza un acuerdo del capo con las autoridades estadounidenses de intercambio de información. Pero algo interesante también es que el entonces gobierno de Enrique Peña Nieto haya pedido el favor. Sabemos que no fue el sexenio de la popularidad para el ex mandatario, por lo que es inevitable que una porción del pueblo piense en un arreglo de intereses personales. Juzguen ustedes, estimados lectores.
Después de todo esto no queda más que reflexionar. Charlando con sinaloenses que vivieron muy de cerca lo que se vivió en su estado por el tráfico de drogas del cartel del Chapo, estos justifican al criminal por no ser más que un pobre chico que, como muchos, deseaba salir adelante. La frase “El fin justifica los medios”, que no es del todo cierta si nos guiamos por la ética filosófica, fue el leit motiv de la vida de Guzmán.
El dinero corrompe
Sin embargo, el narcotráfico no es una vida digna para nadie; es una tortura y es la primera cárcel antes que los penales de máxima seguridad. El dinero es capaz de corromper al ser humano hasta llegar a ser todo lo malo y menos humano. La ambición de ser el Rey puso a Joaquín Guzmán Loera en un trono muy alejado de lo que perseguía: un frío, gris y oscuro asiento con una cama, un retrete y un lavamanos con una vista del mundo exterior con capacidad de visión de 10 centímetros cuadrados.
La educación
Para que nadie vuelva a llegar a ese punto, es necesaria más atención. En primer lugar, de padres a hijos, con una educación que priorice el “tanto eres” sobre el “tanto tienes”, que fomente el crecimiento propio y el de los demás y que se base en la humildad, el amor y la pasión por un trabajo digno. Por otro lado, el gobierno, lejos de limitarse a recibir sobornos de quienes hacen el mal -lo que lo convierte en uno de ellos- tiene que velar por la educación, de manera que haya más atención a los poblados rurales, menos “capitos” y más ciudadanos honrados.
Sólo queda decir que las imágenes compartidas por la DEA el día de su extradición cierran por sí solas esta columna… y reinado.
El Chapo se muestra conmovido: la DEA difunde video del día de su extradición
Fuente del video: CNN en español.
osaga