Ante la pandemia generada por la expansión del COVID-19, la Semana Santa se vive diferente en todo el mundo. En Alemania, la vida pública quedó limitada oficialmente desde el 23 de marzo. Las escuelas cerraron el 16. #Quédateencasa allá se llama #zuhausebleiben (#quedarseencasa) o #Wirbleibenzuhause (#nosquedamosencasa). Según el mapa de casos de COVID-19 del Johns Hopkins Coronavirus Resource Center, actualmente hay 107.663 casos de infectados y 2.016 muertos en el país. Expertos y politícos alemanes advierten que todavía no han llegado a la cima de la crisis.
Muchos estudiantes internacionales de nuestra Universidad se regresaron a casa, entre ellos alemanes como Sophie Rahmel. Hasta mañana, todavía estará en cuarentena voluntaria debido a su regreso de México. Vivía los 14 días sola en la casa de vacaciones de su familia en el estado de Baviera. Sus papás vendrán el jueves para pasar Pascua juntos. Según Sophie, ellos irían a la misa de vigilia pascual, pero ella no. Oficialmente es católica, pero no creyente ni practicante.
Limitaciones en la vida pública en Alemania
Los ciudadanos alemanes pueden estar en el espacio público solo con otros miembros de su casa o una persona que no sea parte de su casa. Por lo menos hay que mantener una distancia de 1.5 metros. En Baviera, un estado en el sur de Alemania, encima, está prohibido salir con personas que no sean del núcleo familiar. Motivos válidos para salir de la casa son el hacer las compras, ir a trabajar o hacer ejercicio al aire libre, entre otros. La policía puede castigar a quien incumpla las reglas.
Cabe mencionar que Alemania es un país mayormente cristiano. De los 83 millones de ciudadanos, un 28% es católico y un 27% protestante. Sin embargo, también hay un 38% que es aconfesional. Igualmente, aumentan los números de abandonos de las comunidades cristianas. La institución de la iglesia católica está en una crisis desde hace varios años.
“No se canceló la Pascua”
Aun así, la festividad de la Pascua todavía domina el calendario alemán. Las tradiciones con el conejito de Pascua y la búsqueda de huevos son comunes en familias menos religiosas. Asimismo, los estudiantes tienen vacaciones de dos semanas. Sophie cuenta que, hasta hoy, su madrasta ha estado escondiendo regalos y dulces en el jardín. Sin embargo, adapta las sorpresas a mayores de edad: el año pasado Sophie encontró una botella de Jägermeister.
No obstante, debido al coronavirus, muchas actividades para los creyentes y menos creyentes en los días de Pascua han sido canceladas. Por ejemplo, ya no hay mercados de Pascua con artesanías ni representaciones sagradas de la Pasión. En general, las misas están estos días prohibidas.
Los festivales musicales que no son explícitamente cristianos, como el de Salzburgo (Austria) o Baden-Baden (Alemania) se han cancelado o pospuesto. Sin embargo, “la Pascua no se canceló” enfatiza un impulsor espiritual del obispado de Eichstätt. Muchas comunidades religiosas solucionan el problema de la distancia creativamente. El impulsor de Eichstätt forma parte de la nueva serie “atisbo de esperanza”. De esta manera, los creyentes pueden practicar su fe en casa. Nuevos formatos en televisión, radio y, sobre todo, en línea aumentan. Por ejemplo, la misa de la vigilia pascual del obispo de Eichstätt se transmitirá por Internet.
Destino: Casa en vez de las Islas Canarias
La Semana Santa también es tiempo de viajar para los alemanes. Como Alemania solo tiene playas frías en el norte del país, muchos turistas viajan a regiones mediterráneas o a las Islas Canarias. Sin embargo, la canciller Angela Merkel pidió a la población que se quedara en casa durante las vacaciones.
Si se hubiera quedado en México, a Sophie le habría gustado viajar en la Semana Santa: Quizás a Guatemala, Ciudad de México o Puerto Escondido. Ahora pasará la Pascua con su familia y juntos comerán algo especial, “probablemente pescado”.
La policía de Múnich salvó la Pascua para muchos niños alemanes: A petición de una mamá preocupada, confirmaron en Twitter que el conejito de Pascua podría esconder los huevos a pesar de las limitaciones. Informaron que, evidentemente, mantendría la distancia de 1.5 metros y luego se lavaría las patas.