La firma de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), realizada por 15 países este domingo, consolidó el acuerdo de libre comercio más grande del mundo, en el cual China se posiciona como el líder regional. Con él se busca disminuir los aranceles, replantear las normas de comercio electrónico, reforzar las líneas de suministro a partir de reglas de origen en común y mitigar las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
A este bloque comercial se sumaron China, Corea del Sur, Australia, Japón y Nueva Zelanda, así como los 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés). Estos son: Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, Singapur, Birmania, Vietnam, Camboya, Brunéi y Laos.
El tratado fue firmado a través de videoconferencias por los representantes políticos de las naciones. Este suceso, logrado tras ocho años de negociaciones, se llevó a cabo al cierre de la cumbre del ASEAN, la cual organizó Vietnam. A su vez, este país es el responsable de la presidencia rotativa del RCEP de este año.
Los avances del convenio también se produjeron en temas de inversión, servicios, derechos de autor y telecomunicaciones. En contraparte, entre los puntos que no fueron considerados se encuentran los derechos laborales y la protección al medio ambiente.
Competitividad comercial del bloque
La integración comercial del RCEP representa el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Asimismo, está equivale al 28% del comercio internacional aproximadamente, ya que comprende a un mercado de 2,100 millones de consumidores.
De esta manera, la alianza comercial pretendía competir, bajo el liderazgo de China, con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), en el cual se proponía el ingreso de Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump decidió salir de las conversaciones en 2017. En este sentido, es probable que China dirija la economía de su región sin la influencia del país norteamericano a través de un convenio comercial.
El caso de India
India se involucró al inicio de las negociaciones del RCEP en el 2012. Sin embargo, se retiró el año pasado para proteger a su mercado de la llegada de productos más baratos. En caso de solicitarlo, tiene la posibilidad de integrarse si así lo decide en un futuro. A pesar de esta ausencia, los dirigentes de los demás países involucrados mantuvieron su determinación de firmar el acuerdo. Lo anterior se debió a la necesidad de mitigar, de manera conjunta, los graves problemas generados por la pandemia.