Información: Pedro del Cojo Matute/ Edición: Elba Díaz-Cerveró
Este martes 10 de septiembre se llevará a cabo el primer debate presidencial de Estados Unidos entre el candidato republicano, Donald Trump, y la candidata demócrata, Kamala Harris. Durante el evento, ambos se enfrentarán en un intercambio de ideas que marcará el rumbo de la contienda electoral. El debate, que ha generado gran expectativa, promete ser un punto clave en la carrera hacia la Casa Blanca.
El debate se llevará a cabo en el Centro Nacional de la Constitución de Philadelphia, en Pennsylvania, a las 21:00 horas locales (19:00, hora de México) y tendrá una duración aproximada de 90 minutos. El evento será transmitido sin interrupciones, salvo por dos pausas comerciales, según el formato previsto. Para el público en México, el debate estará disponible en la plataforma de YouTube a través del canal oficial de CNN. Esto permitirá a los espectadores seguir el evento en tiempo real desde cualquier dispositivo conectado a internet.
Es importante recalcar que este no será el primer debate del año. Anteriormente, en el mes de abril, se llevó a cabo lo que se consideró como el primer debate presidencial. En esa ocasión, Donald Trump se enfrentó al entonces candidato demócrata Joe Biden, quien posteriormente dimitió del cargo por motivos de edad y salud. Ahora, con Harris en el escenario, el panorama político se ha modificado totalmente.
Este evento será seguido de cerca tanto a nivel nacional como internacional. Las implicaciones de las propuestas y el desempeño de cada candidato podrían tener un impacto duradero en la elección. Por lo tanto, el debate de mañana se perfila como una cita imperdible en el calendario político de Estados Unidos.
Qué esperar del debate
El orden de participación se determinará mediante un lanzamiento de moneda al aire. Los candidatos no podrán usar accesorios ni notas escritas previamente. Sin embargo, recibirán un bolígrafo, una libreta y una botella de agua. El debate incluirá dos pausas comerciales, y el personal de campaña no podrá interactuar con su candidato durante ese tiempo. Además, no habrá audiencia en el estudio, lo que añadirá un tono más serio y concentrado al evento.
Harris y Trump comenzarán el debate sin una presentación inicial, respondiendo directamente a las preguntas de los moderadores. Cada candidato tendrá dos minutos para responder a cada pregunta. A esto seguirá un minuto de réplica y otro de contrarréplica, permitiendo así un intercambio dinámico de ideas. Los micrófonos permanecerán apagados durante todo el debate, excepto para el candidato al que le corresponda hablar. Los moderadores utilizarán todas las herramientas a su disposición para hacer cumplir el tiempo y garantizar una discusión respetuosa.
El debate será de pie, y los candidatos no podrán llevar notas ni “acordeones”. Estas reglas buscan fomentar la habilidad mental y la autenticidad en las respuestas de los candidatos. Además, se espera que ambos aborden temas cruciales para el país, como la economía, la salud y la política exterior. Conectando con las preocupaciones de los votantes, el debate podría influir significativamente en la opinión pública.
Relación con México
Este debate presidencial en Estados Unidos también tiene implicaciones para México, dado que las políticas de ambos candidatos podrían influir en la relación internacional. Donald Trump ha mantenido una postura dura en cuanto a la política migratoria, que ha afectado directamente a miles de familias mexicanas. Por su parte, Kamala Harris ha mostrado un enfoque más conciliador, proponiendo una reforma migratoria que podría facilitar la vida de los migrantes mexicanos en territorio estadounidense. Además, temas como el comercio, especialmente el T-MEC, serán clave, ya que cualquier cambio en la relación comercial impactaría fuertemente a la economía mexicana.
En contraste, los debates presidenciales en México son muy diferentes de los que se realizan en Estados Unidos. En México, los candidatos suelen tener más libertad para interactuar entre ellos. Además, los debates presidenciales mexicanos permiten que los candidatos traigan notas y material de apoyo, lo que no será permitido en el debate de mañana en Estados Unidos. Estas diferencias en formato y reglas reflejan las distintas tradiciones políticas y estilos de debate entre ambos países. Mientras en México la confrontación directa y el intercambio de ataques suelen ser más comunes, en Estados Unidos se busca un tono más estructurado y controlado. Eso sí, lo que se pretende no siempre termina siendo ese este modo en nuestro país vecino.