Ya es lunes y, a pesar del aislamiento de seguridad frente a virus Covid-19, hay que aprender a hacer las rutinas lo más normales posibles. La semana tiene que seguir su curso y no se tiene que entrar en pánico. Debemos ser conscientes de la situación, siendo positivos y sin saturarnos de negatividad de información.
Debido a la pandemia, cada vez más empresas apuestan por la oficina en casa, es decir, trabajar en casa conectados a la red de internet sin tener ningún peligro. Pero llevar labores al hogar tiene sus distractores, no es tan fácil concentrarse en las tareas; especialmente si tienes un refrigerador al lado, animales o más personas que requieren tu atención.
Uno de los inconvenientes es que se pierden las actividades recreativas habituales. El ir a hacer ejercicio fuera de casa, ir a un bar con los amigos o comer en un restaurante para conversar. Hay cosas que no pueden ser iguales, pero debemos llenarnos de creatividad para poder sustituirlas por actividades agradables.
Haz comidas como antes
Para los que se llevan el trabajo de oficina a casa cuesta controlar el apetito. Por este inconveniente es bueno separar los refrigerios que normalmente comerían para matar el hambre y no estar yendo siempre a la nevera. En realidad, no es hambre -puesto que la escasa actividad no justifica tal ingesta de alimentos- sino ansiedad lo que tenemos. Por eso, un consejo aquí es establecer colaciones bajas en calorías, basadas por ejemplo en verduras como la jícama.
Concéntrate
Ya sea en clases en línea o trabajando es complicado seguir el paso. Un grandioso consejo que se puede serguir es peinarse, arreglarse y cambiarse como si se fuera a ir a la oficina o al aula de clases; tomarse un café y sentárse frente a la computadora como si se estuviera rodeado de los compañeros. Eso sí, sin perder la comodidad y sin necesidad de accesorios o zapatos incómodos.
Sin aislamiento
En estos días de encierro, es vital estar en contacto con los amigos y familia. Mantén el contacto diario ya sea por mensaje, video llamada o en redes sociales. Y evita los enfrentamientos y enojos innecesarios, pues este es tiempo de apoyarnos los unos a los otros.
Busca qué hacer
Para reducir la ansiedad de no estar haciendo las cosas habituales se puede practicar alguna actividad que nos compense. Practicar ejercicio en casa, leer o armar un rompecabezas son actividades complementarias a las películas o series. También podemos dedicar tiempo a arreglar ese closet que lleva desordenado desde hace meses. Junto a estas ideas, podemos añadir la de estudiar un nuevo idioma o retomar los estudios de aquel que un día comenzamos.
Duerme las mismas horas
Cuando se pierde la rutina es más cansado y se puede llegar a liberar más estrés, ansiedad o insomnio. Por eso es recomendable seguir un horario para dormir y no sobrepasarse, tratando de levantarse a una hora similar a la de antes. Es bueno dormir las ocho horas en la noche y no tomar muchas siestas en el día.
Piensa positivamente
No creas que lo que está pasando es una desgracia sin nada bueno que aportar. Aprovechar el momento sin estar pensando negativamente ayuda más que recrearse en lo malo de la situación. Piensa que esta es una experiencia nueva y que puedes conocer más formas de hacer las cosas. Así encontrarás paz y podrás centrarte en avanzar con todas tus tareas.