Con tan solo 21 años de edad, Lorenza Sayeg empezó su propia marca de fotografía, Loren Photography, dedicada a tomar imágenes de eventos, como las bodas. Ahora la firma cumple dos años. Estudiante de diseño integral en el Iteso, Lorenza decidió en 2019 que su pasión era la fotografía, ya que le gusta “capturar momentos”. Su empresa es independiente, y actualmente cuenta con más de 15 clientes. Se caracteriza porque ofrece servicios especializados a cada uno de ellos, y siempre entrega un trabajo original y completo.
A los pocos meses de haber empezado con su marca de fotografía, Lorenza tuvo que enfrentarse a la pandemia del Covid-19. Afotunadamente, encontró una manera de poder cuidarse y también de seguir tomando fotos. Loren Photography se unió a otras marcas continuar vendiendo sus productos a pesar de la pandemia. La solución fue sencilla: las marcas enviaban sus productos a su casa y Lorenza tomaba las fotos sin contacto ni riego de contagio.
Después de que los meses siguieran pasando y el Covid no se acabara, Lorenza, junto a otras fotógrafas, decidió hacer un simple intercambio. Ella tomaba fotos y las marcas le pagaban con algo de sus inventarios; era un intercambio justo y sencillo. Después esto se complicó porque Lorenza no generaba ganancias. Por suerte, esto cambió cuando los eventos volvieron a celebrarse, a pesar de la pandemia. Así, Lorenza, con el equipo de Camila Urrea, comenzaron a tomar fotos de bodas una vez más.
Ejemplo de start-up en tiempos de pandemia
Esta es la historia de cómo marcas locales start-ups lograron subsistir en tiempos de pandemia. Apoyándose unas a las otras y creando maneras nuevas y originales de mantenerse a flote en el ambiente laboral. Ya sean marcas de postres, eventos, joyería, maquillaje, cuidado de piel y muchas otras cosas. Y cumpliendo dos años de tomar fotos Lorenza es un ejemplo perfecto de esto.