Llevamos casi cinco meses en confinamiento, y, siendo sinceros, este cambio en la forma de vivir y entender la realidad ha ido afectando nuestra cotidianidad. También somos más propensos a adquirir hábitos pocos saludables y perjudiciales. Sin saber cuántas semanas más de encierro nos quedan por delante, lo mejor que podemos hacer es encontrar hábitos que mantengan y mejoren nuestra salud. También podemos aprovechar para realizar cosas que siempre habíamos querido hacer, pero que, por nuestras arduas rutinas, siempre postergábamos.
Es indudable que comer bien, hacer ejercicio y dormir son buenos primeros pasos para iniciar una rutina saludable y superar con éxito la cuarentena. Sin embargo, muchas veces no es suficiente y tampoco sabemos por dónde empezar. En esta entrada te diremos hábitos saludables y sencillos que puedes adquirir pero, sobre todo, de qué forma. Vayamos paso a paso…
Como dijimos anteriormente, comer bien, hacer ejercicio y dormir 8 horas diarias son pilares importantes para sentirnos y vernos bien. Pero a veces esto se nos dificulta porque no tenemos un orden en nuestros horarios y pensamos que no tenemos tiempo para nada; ni siquiera para dormir el tiempo que es debido. Antes que nada, administrar tus tiempos y establecer un horario para dormir y levantarse es crucial para tener un día productivo y fructífero. Uno de los mayores beneficios de tener horarios es que tienes más control y conciencia de lo que puedes y tienes que hacer.
Tener un horario y establecer cuánto tiempo le dedicas a cada actividad te dará más estabilidad y no sentirás que estás en un “limbo”. Por ejemplo, el uso excesivo de las redes sociales puede hacer que te distraigas más fácilmente de lo que tienes que hacer. De esa forma, pierdes mucho tiempo de calidad. No se trata de que las dejes, sino de usarlas de una manera más consciente e inteligente. Conviértelas en un aliado, no un obstáculo. Con estos pequeños cambios te darás cuenta de que el tiempo de que disponemos es más que suficiente para llevar a cabo todo lo que tenemos que hacer en un día.
En cuanto la alimentación, seguir una dieta estricta y aburrida para mantenernos en nuestro peso y salud ideal no siempre es la única opción. Además, no podemos negar que hacer ricos postres se ha convertido en uno de los pasatiempos favoritos de muchos. Puedes comer lo que desees siempre y cuando cuides tus porciones y antojos de comida chatarra. También debes evitar, en la medida de lo posible, tomar alcohol, fumar o comer por estrés. Si bien esas acciones podrían ayudarte a combatir el aburrimiento o la ansiedad de manera pasajera, al final siempre será perjudicial.
Quizá al principio te resulte difícil, pero, una vez que adquieres este hábito, comenzarás a hacerlo de manera inconsciente. Lo mismo con tomar dos litros de agua al día, cambiar snacks por tentempiés más sanos o motivarte a buscar nuevas recetas. El Internet es ser tu aliado para lograr cocinar platillos ricos y diferentes. La comida puede ser una buena excusa, por ejemplo, para convivir en familia. Finalmente, para adquirir nuevos estilos de alimentación. puedes ser tan creativo como se te ocurra.
No vamos a negar tampoco que esta cuarentena ha dejado nuestra piel descansar del maquillaje. En el caso de los hombres, de la navaja de afeitar. Sin embargo, esto no quiere decir que es sano estar en “fachas” todo el tiempo e incluso descuidar aspectos esenciales de limpieza. Está comprobado que dedicar tiempo en nuestra imagen personal, al igual que tener un espacio de trabajo/recreación limpio, beneficia a nuestro estado de ánimo. Estar aseados y bien vestidos nos hace sentir motivados, y rendimos mejor a lo largo del día.
No se trata necesariamente de cambiar completamente la rutina de antes, sino de mejorarla. Por ejemplo, si antes no ponías atención en el cuidado de tu piel, puedes empezar por adquirir una rutina que te ayude a conseguirlo. También adquirir otros regímenes para tratar las zonas de tu cuerpo que consideras más urgentes. Si eres una persona más creativa, podrías optar por un cambio de imagen. En el caso del ejercicio, no tienes que ir forzosamente a un gimnasio a arriesgar tu salud. Puedes caminar, subir escaleras y estar en constante movimiento mientras trabajas o lavas cosas dentro de tu casa. Evitar el sedentarismo a veces es adquirir la habilidad de “matar dos pájaros de un tiro”.
Todos los extremos son malos. Tanto no hacer nada como saturarnos de cosas para sentirnos más “útiles”. En realidad relajarse no es evadir compromisos y responsabilidades, sino cambiar de aires y actividades. No tienes que ser un experto en yoga para realizar respiraciones profundas o para empezar el hábito de la meditación. En Internet puedes encontrar cientos de aplicaciones, vídeos y audio-libros gratuitos que pueden ayudar a guiarte en el mundo de la auto consciencia. Desde aplicaciones como Sanvello, disponible en app store, hasta varios podcast como los que ofrece Mindfulness.
Si eres más de la vieja escuela, caminar mínimo 30 minutos al día en silencio recibiendo la vitamina D que el sol nos proporciona puede ser otra opción. Despeja tu mente y te hace sentir más motivado. Recuerda, nuestro enemigo está cuarentena también es estar en espacios cerrados y a oscuras. Relajarse no es una opción, sino algo absolutamente necesario para evitar el estrés, la ansiedad, e incluso la depresión. Saber dónde estás, dónde estuviste, y hacia dónde vas te permitirá aterrizar mejor tus ideas. También te permitirá crear mejores metas alcanzables a corto y largo plazo. Es importante para una vida consciente según el plan de vida que tienes o estás creando.
Atrévete a hacer las cosas que siempre has querido. Por otra parte, si te gusta lo que haces, encuentra nuevas formas de realizarlas. Por ejemplo, si has estado estudiando un nuevo idioma desde hace tiempo y estás perdiendo la motivación. Podrías entrar a un grupo o taller con personas que hablen ese idioma o que están en el mismo proceso de aprendizaje que tú. También puedes ver tus películas y series favoritas en ese idioma. Incluso el cine está llegando poco a poco a la comodidad de tu casa por medio de plataformas digitales como Disney Plus. Si lo que realmente anhelas es salir de tu casa, asiste a eventos populares o exhibiciones de arte vía online.
Por otra parte, si dominas un arte o disciplina podrías optar por mostrar tus talentos por medio de covers o colaboraciones. Si te gusta enseñar, otra opción es dar clases vía online y sacar un ingreso extra. Hay aplicaciones fáciles y seguras de usar como Meetup para compartir actividades o adquirir gustos nuevos. Finalmente, si deseas hacer cambios desde casa, puedes empezar con una “limpia” de ropa. Su finalidad es sacar cosas que ya no usas y donarlas. No solo sentirás más espacio sino que ayudarás a otras personas. Incluso el tener un nuevo acomodo de tus cosas o adquirir decoraciones frescas como plantas y flores, le dará más vida a tu cuarto.
La mejor versión de ti la encontrarás fomentando y mejorando las cosas que sí te funcionan, al igual que desechando y cambiando por otras las cosas que no. Una de las cosas más importantes que debemos fomentar son nuestras relaciones personales. Claro que si tú estás bien (y te sientes bien) contigo mismo, eso se verá reflejado en tu convivencia y trato con los demás.
Nunca debemos avergonzarnos de nosotros mismos en caso de que necesitemos ayuda profesional con un terapeuta o un especialista y tengamos la posibilidad de adquirirla. Hay que ser conscientes de que no estamos solos y que siempre podemos mejorar con trabajo y esfuerzo. Y, aunque no lo creas, hábitos tan sencillos como los expuestos anteriormente pueden hacer una gran diferencia.
No te agobies, siempre hay tiempos para cada cosa. Esta cuarentena fomenta las relaciones con los que te importan por medio de videoconferencias y llamadas. Incluso puede que sea momento de volver a contactar viejas amistades y personas que no has visto desde hace tiempo. Sin duda esta cuarentena ha dificultado muchas de nuestras actividades y nos ha puesto muchos límites, pero también nos ha dado nuevas oportunidades de hacer las cosas diferente y hacerlas mejor. Solo es cuestión de que te atrevas.