El 9 de noviembre de 2024, Rosario Piedra Ibarra fue reelegida como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Siendo su segundo periodo que abarcará de 2024 a 2029. Con 87 votos a favor por parte de la bancada de Morena y sus aliados, su reelección ocurrió en medio de un ambiente cargado de críticas y controversias. A pesar de haber obtenido la peor evaluación entre los 15 candidatos por asociaciones civiles, el respaldo político aseguró su continuidad. Ello reflejó tensiones internas en el partido oficialista y debates sobre la independencia de los organismos autónomos.
Aquí puedes leer más información sobre el desempeño y la evaluación de Rosario Piedra.
Foto: Diario 24 Horas
Durante su primer mandato, Rosario Piedra fue criticada por su alineación con el Ejecutivo y su limitada acción frente a violaciones graves de derechos humanos. Según el Centro Prodh y Artículo 19, la CNDH disminuyó su supervisión de las fuerzas armadas. Esto pese a las quejas en presentadas en su contra. Las cuales aumentaron, especialmente en el contexto de la militarización de la seguridad pública. Además, organizaciones reportaron una reducción en las recomendaciones emitidas por violaciones graves y un menor compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
Casos emblemáticos, como la falta de medicamentos para niños con cáncer, fueron ignorados por la institución bajo su liderazgo, lo que generó descontento entre colectivos de víctimas. Incluso, durante su mandato, la CNDH fue señalada por cerrar investigaciones de forma prematura, debilitando su papel como defensor de los derechos humanos en un país con graves crisis en este ámbito.
Respaldo de AMLO y fracturas en Morena
El expresidente Andrés Manuel López Obrador expresó abiertamente su apoyo a Rosario Piedra desde su primera designación. Ello generó críticas sobre la falta de autonomía de la CNDH. En este contexto, figuras clave como Adán Augusto López, con influencia en el Senado, jugaron un papel crucial en su reelección. Sin embargo, esta decisión no estuvo exenta de fracturas internas. Claudia Sheinbaum, manifestó su preferencia por Nashieli Ramírez, quien lideró las evaluaciones técnicas y representaba un perfil independiente y renovador para la Comisión.
Sheinbaum declaró en septiembre de 2024 que un nuevo liderazgo en la CNDH fortalecería su autonomía. Tras la reelección de Piedra, expresó su desacuerdo de manera diplomática. Además, subrayó la importancia de mantener la confianza en las instituciones autónomas. Esta postura evidenció las tensiones al interior del partido. Sobre todo ante un momento en el que Morena busca proyectar unidad rumbo a las elecciones de 2024.
Foto: Congreso (YT)
Críticas de organizaciones civiles
Organizaciones como Artículo 19 y Fundar calificaron la reelección como un retroceso. Según Artículo 19, el proceso fue una “simulación” que envió un mensaje negativo a las víctimas de violaciones a DD. HH. La inclusión de Piedra en la terna, pese a su bajo desempeño, mostró, según críticos, una instrumentalización de la CNDH para fines políticos. Además, miembros de colectivos civiles que intentaron presentar una carta al Senado en favor de un perfil independiente fueron desalojados del recinto, lo que generó más controversias.
Este escenario subraya la compleja relación entre los organismos autónomos y el poder político en México. Dando pie a preguntas sobre el futuro de la CNDH bajo un liderazgo cuestionado. La reelección de Rosario Piedra quedó como reflejo de las prioridades políticas del oficialismo. Y como un recordatorio de los retos pendientes en la defensa efectiva de los derechos humanos en el país.
Mira el video de completo de lo discutido en el senado tras esta “votación”.