Michael Jordan no cerró su carrera en Chicago, y por eso veremos sus historias más interesantes en Washington
No hay partidos que ver ni temas con los que actualizarse. Pero Michael Jordan ha sido de nuevo el foco central del mundo del deporte. Como ya se ha comentado en El Despertador Panamericano, The Last Dance es el documental del momento. Este cuenta parte del último campeonato de Jordan con los Bulls de Chicago y qué lo llevó hasta ese punto. ¿Qué hizo ese año tan increíble?
Hay una parte que seguramente se omitirá. Probablemente porque ni el mismo Michael quiera recordarlo: él en los Wizards de Washington. Y es que la forma en que terminó hace que el basquetbolista deteste sus últimos dos años de carrera. Y eso que, realmente, no lo hizo nada mal. Rondó en las conversaciones de Jugador Más Valioso y por poco clasifica a una de las peores escuadras a la postemporada. Fue un paso más interesante de lo que se recuerda. Por eso veremos las historias más trepidantes cuando vestía el uniforme de los Wizards.
Metta World Peace le rompió las costillas el verano previo a su regreso
El jugador antes conocido como Ron Artest casi arruina el regreso a las duelas de Michael Jordan. Ya con dos temporadas en la NBA, fue invitado a unos entrenamientos donde Jordan medía cómo estaba su nivel. En ese entonces era una de las piezas clave de los Bulls de Chicago. Conocido por su juego físico, Artest quiso ponerse de tú a tú contra Jordan. Cuenta que no lo podía detener y, cuando más dura se puso la reta, le tronó las costillas.
Artest dice que, de todas maneras, se tomó un tiempo e hizo su tiro libre para ganar el partido. Lo que más sorprende de esto es el rendimiento que tuvo la leyenda de la Asociación. Con todo y esa lesión pudo regresar a tiempo, y a un gran nivel. “Esa temporada hizo 25 puntos por partido (hizo 22). Si no lo lastimaba iba a hacer 35”, comenta World Peace. Algo que lo mueve hasta el día de hoy.
Estadios a tope
Recientemente hubo controversia por las declaraciones de Jerry Stackhouse en el podcast The Woj Pod. El alero fue intercambiado en 2002 a los Wizards. En la entrevista menciona que hubiera preferido no compartir equipo con MJ. Y en el programa de Chris Broussard y Rob Parker, In The Zone, dicen que el ambiente estaba muerto en Washington en esos momentos.
Pero no podrían estar más equivocados, ya que con la llegada de Michael, el ánimo estaba más alto que nunca. En la temporada 2000-01 fueron el equipo #18 en promedio de asistencia con 15,000 por partido. Pero en las siguientes dos temporadas, contaban con 20,000 por encuentro. En ambas ocasiones quedaron como el segundo equipo con mejor asistencia de la Asociación. El impacto era real.
Dominando en cualquier época
Y, para cerrar, la historia más impresionante de todas. En la temporada 2001-02, apenas regresando, MJ logró algo que parecía imposible: por primera vez en una enorme cantidad de partidos (en serio enorme), anotó menos de 10 puntos en un encuentro. Todo el mundo cuestionaba si era correcto que hubiera regresado. Pero no por nada Michael Jordan es conocido como un competidor tan intenso.
Doug Collins era por segunda vez su entrenador. Y cuenta que, tras ese partido, Michael se le acercó para preguntarle si creía que todavía lo tenía. Él le respondió que sí. Acto seguido, recibieron a los Hornets de Charlotte. Jordan se despachó con 51 puntos, convirtiéndose en el jugador más viejo en lograrlo. Y, por si fuera poco, dos días después reciben a los Nets que ese año llegaron a la final. Y, como si fuera un juego más, anotó 45 puntos, recogió 10 rebotes y consiguió siete asistencias. Para agregarle en ambos juegos tuvo más de 50% de efectividad en tiros de campo.
¿El más grande de todos los tiempos?
La duda para unos parece muy fácil de responder. Y es que la docuserie de The Last Dance ha dado un tema del cual hablar por estos días donde todos podemos estar entretenidos. Da para mucho. Así que no se lo pueden perder. Si les interesó el tema, pueden ver este vídeo explicando a detalle su primera temporada y por qué pudo ser MVP a los 39 años.
