La reforma electoral que busca impulsar el Presidente y su partido se está discutiendo actualmente en el poder legislativo. Para la oposición, esta reforma al INE estaría “poniendo en tela de juicio” un organismo operado por la ciudadanía, que ha dado resultados, que cuenta con un alto índice de confianza y que, además, vela por los derechos político-electorales.
Entre los cambios propuestos están la reducción de presupuesto a partidos y la eliminación de cargos no elegidos por votación. Tal es el caso de los famosos “pluris” o diputados plurinominales. Aunque pudiera parecer una gran idea, lo cierto es que el INE perdería autonomía. Esta merma en su independencia se debe a que los magistrados serían elegidos por el voto popular, y no por sus capacidades en materia de elecciones.
Para luchar por la permanencia del INE, el 13 de noviembre un grupo de organizaciones civiles, empresarios, activistas, partidos de oposición -entre ellos el PAN-, convocarán a una manifestación masiva en diferentes ciudades del país.
La respuesta del presidente
La discusión en torno al INE es de vital importancia. Desde 1990 -por aquel entonces se llamaba IFE- esta es la institución encargada de operar las elecciones en el país. El INE es el mismo órgano electoral que le dio la victoria a AMLO en 2018 y a su partido Morena en 22 gubernaturas. Sin embargo, se ha elaborado todo un discurso en contra de la institución. Ahora, López Obrador argumenta que “es muy caro” y permite el fraude.
El Presidente pidió hoy a sus seguidores no acudir a la manifestación prevista para el domingo, ni tampoco generar “provocaciones”. Mencionó también que quienes promueven esta manifestación no son demócratas, sino personas “clasistas” y “racistas”.l
