El cyborg japonés y los Dodgers barren en Tokio
Los Dodgers llegaron a Tokio y salieron con dos victorias bajo el brazo. La temporada arrancó en tierra ajena, pero los campeones no tardaron en demostrar por qué llevan la corona. Shohei Ohtani, el cyborg japonés, hizo lo suyo, la ofensiva respondió y el equipo angelino barrió a los Cubs.
Juego 1: Victoria con sello japonés
El 18 de marzo se disputo el primer juego, el Tokyo Dome estuvo a reventar para ver a los campeones enfrentar a los Cubs. Yoshinobu Yamamoto abrió por los Dodgers y cumplió con las expectativas: cinco entradas, tres hits permitidos y solo una carrera. Sin embargo, Shota Imanaga quiso robarse el show con cinco entradas en blanco para Chicago.
El juego comenzó parejo. Los Cubs tomaron ventaja con una carrera impulsada por Miguel Amaya en la segunda entrada. Pero los Dodgers respondieron en la quinta con tres anotaciones cortesía de Will Smith, Tommy Edman y un error de la defensa rival.
Los relevistas de ambos equipos controlaron el juego hasta la novena. Fue entonces cuando el cyborg japonés entró en acción. Ohtani conectó un doble y Teoscar Hernández lo impulsó al plato con un sencillo. Así, los Dodgers sellaron la victoria 4-1 con salvamento de Tanner Scott, su nueva adquisición
Juego 2: Poderio ofensivo de los Dodgers
El 19 de marzo, la MLB vivió su último día en Japón. Roki Sasaki debutó con los Dodgers lanzando tres entradas con una sola carrera permitida, aunque otorgó cinco bases por bola. Justin Steele abrió por Chicago, pero fue castigado con cinco carreras.
Hernández y Edman castigaron a Steele con un cuadrangular cada uno. Ohtani no quiso quedarse atrás y conectó su primer cuadrangular de la temporada. La jugada tuvo que ser revisada, pero el veredicto final fue claro: el cyborg japonés había cumplido su misión.
Landon Knack se llevó la victoria con dos entradas en blanco. Alex Vesia cerró el juego, pero necesitó una jugada estelar de Miguel Rojas para asegurar la barrida en Tokio, con un marcador final de 6-3.
Bajas importantes
Antes de la serie, los Dodgers sufrieron dos bajas sensibles. Mookie Betts se perdió ambos juegos por enfermedad, mientras que Freddie Freeman quedó fuera por molestias en la costilla izquierda.