El magnate Elon Musk prevé la quiebra de Twitter a medida que más ejecutivos clave se van saliendo. El nuevo director dio la noticia este jueves. Esto terminó culminando un día agitado en el que también se fue el jefe de seguridad e integridad de la compañía, Yoel Roth. Aparentemente, Roth había sido asignado para abordar públicamente las preocupaciones que los usuarios tenían sobre Twitter. Asimismo, un regulador de privacidad de los Estados Unidos emitió una advertencia de los sucesos.
Lea Kissner, Damien Kieran y Marianne Fogarty también formaron parte del grupo de ejecutivos en abandonar el barco. La ejecutiva de ventas superior, Robin Wheeler se quedará por el momento, después del surgimiento de sospechas de su renuncia. Según numerosas fuentes, las salidas empezaron el mismo día en que Musk se dirigió al personal por primera vez. “La bancarrota no está descartada” mencionó el director recientemente. Tampoco hizo mucho para fomentar la fe en el futuro de la empresa. Detalló la situación financiera de la red social y enfatizó la importancia que tiene Twitter Blue, el nuevo servicio de suscripción.
El fracaso de Musk
El multimillonario mencionó que, si no se pueden aumentar las tarifas de suscripción para compensar la disminución de los ingresos por publicidad, “Twitter no sobrevivirá a la inminente recesión económica”. Tras la salida de los tres oficiales, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos declaró que estaba monitoreando a la red social con “gran preocupación”. Se dice que estas renuncias pueden poner en riesgo a la compañía de violar las directivas regulatorias. Posteriormente, Musk admitió que, unos días después de asumir control de la empresa, no cumplió su promesa de no vender acciones de Tesla para rescatar Twitter.
La gran cantidad de anunciantes que se fueron contribuyeron a que la compañía quedara con una deuda sustancial. La desconfianza que se tiene hacia el empresario estadounidense de mantener un espacio seguro, libre discursos de odio y discriminación, también tuvo un impacto en su liquidez. Por su parte, Elon Musk advirtió que la empresa podría perder miles de millones de dólares en el próximo año. También declaró que los empleados deberán pasar al menos 40 horas a la semana en la oficina.