El caos total vivido en el Senado y que estuvo ocasionado por el INAI tuvo ya un desenlace desalentador para la democracia en el país. Ayer, 28 de abril, ante la negativa de la bancada morenista de ceder en sus pretensiones, San Lázaro vio la luz del día con la oposición totalmente posicionada dentro de las instalaciones evitando levantar la sesión del Senado y demandando el nombramiento del comisionado del organismo autónomo. Entre gritos y jaloneos, Alejandro Armenta logró instaurar la sesión donde ordenó llevarla a una sede alterna. Fue ahí donde la situación llegó a su punto de inflexión. La bancada morenista salió del recinto para ser recibida en Palacio Nacional por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre cuestionables acciones y un quorum simulado se pudo dar inicio a la sesión parlamentaria. Sin oposición, resguardados por la fuerza pública de la CDMX y en la completa irregularidad. La oposición no logró frenar la caballería morenista y la existencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales peligra más que nunca.
La votación que rompió al Senado
La disputa se había empezado a gestar dentro del Senado por el INAI en la actividad ordinaria semanal. Por una parte, el morenista Alejandro Armenta, presidente de la mesa directiva, presentó una iniciativa de reforma a la ley con la que pretendía sepultar al al INAI. Según esta propuesta, el INAI sería absorbido por la Secretaría de la Función Pública. Por otro lado, parte de la oposición parlamentaria buscaba un acuerdo para designar a un comisionado y permitirle sesionar. El elegido por una fracción de los senadores de Morena y de la misma oposición fue Ricardo Salgado Perrillat.
El rompimiento vino con lo sucedido el pasado 27 de abril: con 67 votos en contra, se rechazó la elección de Salgado como comisionado. Esto se tomó como una traición por parte de los legisladores de Morena. Dado el caso de que los líderes de las bancadas habían llegado a un acuerdo preliminar. De los 110 votos emitidos, no se reunieron las tres quintas partes necesarias para designar a un nuevo comisionado.
Raíz del problema y negativa de la Corte
El 17 de abril el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a la Suprema Corte pidió la posibilidad de que su pleno pudiera sesionar con únicamente cuatro miembros. Lo hizo a través de una suspensión a la ordenanza que limita al instituto a poder hacerlo.
El problema parte de la negativa del Senado para nombrar a tres integrantes que le hacen falta al pleno. Así fue cómo el instituto se vio obligado a promover una controversia constitucional con número 280/2023. Esta denuncia la falta de acción del poder ejecutivo y legislativo para cumplir con sus obligaciones respecto del INAI.
La ministra Loretta Ortiz Ahlf fue la encargada de admitir tal controversia. Sin embargo, casi automáticamente, negó la suspensión para que pudiera sesionar, como lo solicitaba la Comisionada Presidenta del Instituto.