Tras los hackeos que sufrió la secretaría de Defensa se dieron a conocer los expedientes médicos reales que revelan el estado actual de salud del Presidente. Se descubrió que Andrés Manuel López Obrador sufre de enfermedades relacionadas con el corazón, gota y angina inflamada, entre otras. Todos estos padecimientos llevaron al Jefe del Ejecutivo a pedir que un helicóptero militar lo recogiera en su rancho en Chiapas. Este lo trasladó el día 2 de enero de 2022 al hospital militar de la Cuidad de México.
Después de revelarse el hackeo, el presidente aceptó estar enfermo en la mañanera. Argumentó que no lo hizo público por ser un tema personal, lo cual avivó el debate. ¿Cuál es el derecho que debe prevalecer en materia de la salud del presidente? ¿Derecho a la privacidad o hacer pública su salud?
Para empezar, hay que recordar las mismas palabras del presidente Lopez Obrador: “No robar, no mentir, no traicionar” El escándalo sobre su estado de salud ¿no es justo una violación a sus principios político máximos?
El hackeo a la SEDENA dejó en claro que el Gobierno de México miente. Mintió con datos de seguridad en el “culiacanazo” mintió con la salud del presidente y mintió acerca de la situación en las aduanas. Esto se sabe gracias al anteriormente mencionado hackeo.
La salud del Presidente debería ser pública
La salud del presidente debería ser pública, ya que vivimos en un estado democrático. Por derecho, esta no debería ocultarse y mucho menos hacer discursos políticos en torno a ella. Se jugó con la confianza de miles de mexicanos que lo único que quieren saber es si mañana tendrían o no a un jefe en el ejecutivo.
La privacidad del presidente no está por encima de la transparencia en torno a su salud. Sin importar lo que trate de decir, este es un tema de responsabilidad y tendría que ser público.