Este fin de semana, las calles de las principales ciudades mexicanas pasaron de estar completamente transitadas a desiertas. La marcha del 8 de marzo, que conmemoraba el Día Internacional de la Mujer, concentró según el gobierno a más de 80 mil personas. La mayoría eran mujeres que marcharon por las principales avenidas de la Ciudad de México para reivindicar sus derechos. En contraste, el día de ayer, 9 de marzo, ellas decidieron ausentarse y protestar de forma silenciosa, dejándolas vacías.
La mitad de butacas vacías en los salones, trabajos sacados adelante por personal masculino, calles irreconocibles, transportes públicos sin llenarse y un cambio sensorial en la sociedad fue parte de lo que la gente vivió. De igual modo, en redes sociales se notó la ausencia de las mujeres. No fue hasta el anochecer que regresaron a ellas con publicaciones del tipo: “Yo ya volví, pero algunas no pudieron, sigamos con esta lucha”. Incluso con un perfil morado que trataba de mostrar empatía con la causa.
Pese a ser una decisión voluntaria unirse al paro o no, diversos espacios públicos resintieron dicha ausencia. Un claro ejemplo fueron los alumnos que vieron sus instalaciones casi completamente vacías. Desde las primeras horas todo se veía tan distinto. Era visible cuánto hacían falta las mujeres, y parte del propósito era ese: que se sintiera el cambio de aires.
Estudiantes
Imagen enviada por David Reyes, estudiante de Medicina en Anáhuac Campus Norte.
Enviada por Berenice García, estudiante de Ingeniería Biomédica en UPIBI IPN.
Enviada por Eduardo Reyes, estudiante de Contaduría en la EBC.
Por otro lado, los mismos alumnos compartieron cómo sus clases fueron únicamente entre hombres. En ciertos casos, sólo había un alumno presente. A pesar de saber eso, asistieron, demostrando que apoyaban a todas las mujeres y la causa por la que estaban ausentándose. También se recabó parte de su testimonio y lo que sintieron al respecto.
Sebastián Solís, estudiante de la UAA: “Así el salón de mi amigo, cabe mencionar que es el único hombre”.
Jorge Tatacoya, estudiante de Relaciones Internacionales en UNITEC campus Atizapán: “Clase de 14, de la cual faltan 10 niñas”.
José Pang, estudiante de Fisioterapia en la UNAM: “Fueron muy pocos alumnos, ya que el 70-80% de alumnos en mi carrera son mujeres”.
Transporte
Los servicios públicos también se vieron afectados. Los vagones del Sistema de Transporte Colectivo (STC), en su mayoría, se encontraban vacíos. Sus unidades sufrieron, dado que las mujeres son, en muchas de las líneas, las taquilleras que venden el boleto. Por lo tanto, se quedaron sin poder abordar ciertas líneas de la Ciudad de México.
Muy pocas mujeres en el área exclusiva para ellas
Taquillas cerradas porque mujeres no estarían ni venderían boletos
Paradas de autobús sin presencia femenina
Muchas mujeres no pudieron parar
Uno de los casos más sonados fue el de los hospitales, donde la mayoría del personal son mujeres, especialmente enfermeras que no podían dejar a sus pacientes sin atender, haciendo énfasis en su vocación de ayudar a los demás pese a las circunstancias adversas.
El director del IMSS, Zoé Robledo, afirmó que parar con la atención médica podría afectar a mujeres, guarderías, y pacientes, cubrió Milenio en la mañanera.
Las mujeres representan el 60% de la fuerza laboral del #IMSS y también de la derechohabiencia. Estos son los servicios que se brindan hoy a mujeres. pic.twitter.com/XcPKgU0NNS
— IMSS (@Tu_IMSS) March 10, 2020
Varios practicantes mencionaron que sí hicieron falta las mujeres enfermeras para lograr cubrir y atender a todos los pacientes, a los que ya se encontraban internados y otros más que llegaron de ingreso.
Un ejemplo fue el Servicio de Terapia Física en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), donde relataron que desde la mañana estuvo muy tranquilo. Asimismo, practicantes del Hospital de Lomas Verdes mencionaron: “Algunos servicios se quedaron sin personal de enfermería, ya que casi todas son enfermeras y hay poquitos enfermeros”.
La mayoría de hombres mostraron su apoyo al asistir a sus actividades diarias, a sabiendas de que serían los únicos durante el transcurso del día, dando a entender que para ellos no era puente, ni debían sumarse a la lucha, sino apoyar a su modo. Las mujeres podían decidir voluntariamente si seguir con su cotidianidad o parar y solidarizarse con la causa de este Paro.
Se espera erradicar la violencia y desigualdad de género. Se protesta en contra de las altas cifras de feminicidios que hay en nuestro país actualmente. Todo comenzó como un movimiento convocado por Las Brujas del Mar, grupo de veracruzanas que publicaron la iniciativa y rápidamente se hizo viral, logrando así el alcance social que persigue el movimimento.