En una semifinal que fue una montaña rusa de emociones, Atlas terminó el trabajo y accedió a la final del futbol mexicano. El partido tuvo de todo. Goles, remontadas, expulsiones, llanto, una posible alineación indebida y bastante polémica. Con el arbitraje como protagonista, los Zorros supieron aguantar la tormenta felina y, con un marcador de cuatro a dos, lograron llegar a la final en busca del bicampeonato.
Como era de esperarse, los Tigres tomaron la iniciativa, pues debían anotar tres goles para poder pasar de ronda. Por su parte, el Atlas, fiel a su estilo, se mantuvo sólido en defensa, limitando los ataques locales. A pesar de tener mayor llegada, los dirigidos por ‘El Piojo’ no lograban acercarse con claridad.
Y eso fue algo que sí logró el Atlas. A pesar de atacar de una manera más conservadora, los rojinegros tuvieron las llegadas más claras del primer tiempo. El aviso inicial fue un tiro desviado de Furch tras haber ganado un balón dividido. Sin embargo, al minuto 44, Quiñones anotó el primer gol del encuentro. Ese era un tanto que obligaba a Tigres a marcar 4 goles si quería aspirar a la final.
Para el segundo tiempo, los Felinos fueron mucho más agresivos, pues parecía imposible marcar cuatro goles a la mejor defensa del país. Además de que, bajo el mando de Cocca, Atlas nunca había recibido dicha cantidad de goles. Sin embargo, al minuto 50 comenzaría la polémica. Tras una jugada de Soteldo, Gignac recibió el balón dentro del área para posteriormente ser derribado por Nervo. Las divergencias surgieron porque no se pudo apreciar en el VAR un contacto sancionable como penal por parte del rojinegro. El único que se ve en las tomas es de la cadera de Gignac sobre el defensa. Aún así, el penal fue sancionado y convertido en gol por el francés.
Tras la primera anotación la fiebre subió en el volcán. Minutos después el VAR mandó a revisar otro posible penalti para Tigres, el cual no procedió. Al 58, Luis Quiñones se escapó de Chalá y logró mandar el centro para que Gignac lo mandara al fondo de la red con una volea. Con el 2-0, la victoria se comenzaba a ver en el horizonte para los locales. Aún más cerca lo vieron cuando al 73 se marcó un nuevo penal, con el que Gignac firmó su hat-trick. Con el ánimo a tope y una afición eufórica, Tigres se encontraba a un gol del milagro. Lo consiguió al minuto 80, cuando Igor Lichnovsky remató de cabeza, poniendo el marcador cuatro por uno.
Todo era felicidad en el Volcán y todo indicaba que Tigres estaría en la final. Pero el Campeón tendría la última palabra. Al minuto 94, Julián Quiñones recibió el balón, y asistió para Aldo Rocha dentro del área. Sin embargo, Jesús Angulo recargó por la espalda, regalando un penal para los Zorros. El mismo Rocha sería el encargado de cobrarlo y posteriormente de convertir el cuatro por dos para silenciar al estadio y llevar al Atlas a la gran final. Sin embargo, ese penal también tuvo polémica, pues hubo tomas en las que daba la impresión de una mano por parte del jugador de Atlas antes de asistir a Rocha. Sin embargo, esta no fue marcada.
Dentro del caos se presentó un hecho poco visto en el futbol mexicano. Por un lapso de tiempo, entre los Felinos había nueve jugadores extranjeros. Se rompía, por tanto, el reglamento, que limita a ocho el número máximo de jugadores de otros países. Por lo tanto, en caso de que Tigres se hubiera clasificado, este suceso lo habría sacado de la final. A pesar de que ya están eliminados, la Liga ya investiga el caso y pronto darán resolución.
Ahora Atlas espera rival del partido Pachuca vs América. La final será disputada el jueves 26 y el domingo 29 de mayo. En caso de que América pase, la final de vuelta se jugará en el Estadio Jalisco. Mientras que, si Pachuca es el clasificado, la final de vuelta será en el Estadio Hidalgo.