Andrés Oppenheimer, periodista, escritor y conferencista internacional impartió el martes una plática virtual en la Universidad Panamericana, donde alrededor de 500 usuarios pudieron escuchar el nuevo panorama que se presenta a los futuros profesionistas en México. En ella reveló sus conclusiones para la educación profesional en un contexto incierto y vulnerable tanto por la pandemia como por la era de la automatización en que vivimos.
La realidad que nos planteamos hoy habría parecido una broma hace cinco años. Después de preguntar a docentes del MIT, Oppenheimer concluye que el modelo de educación cambiará en la percepción que de él se tiene. Las universidades serán como un tipo de membresía vitalicia, ya sea para actualizarse o para reinventarse, donde el común denominador es no dejar de prepararse. El periodista argentino fue claro al declarar lo siguiente:
“Un título no garantiza un trabajo, pero te da muchísimas oportunidades”.
La preparación es esencial porque refuerza al periodista, ya que cada vez los trabajos son más mentales y menos manuales. Vivimos en un mundo donde los más ricos venden cosas que no podemos tocar. Jeff Bezos, Bill Gates o Elon Musk son solo algunos de los que se han vuelto millonarios por tener una idea diferente.
“No hay éxito que no sea el último eslabón de una cadena de fracasos”.
Pero, sobre todo, porque no dejaron de intentarlo. Eso es algo que aún nos cuesta trabajo en Latinoamérica. Debemos crear una cultura de tolerancia social al fracaso individual, afirma Oppenheimer. Donde no veamos al que lo intenta como un rezagado social
Lo más llamativo de la conferencia fue la serie de preguntas que se destinaron al final. Para responderlas, el periodista remitió a sus propios libros. Dos de ellos sirven para entender el contexto actual a pesar de que ya han pasado algunos años de su publicación: ¡Sálvese quien pueda! y Crear o morir
Andrés Oppenheimer nos da el consejo “entrar al edificio” cuando surge la pregunta de qué hacer si no encuentro trabajo. Lo que el escritor quiere decir con esto es que uno a veces tiene que picar piedra. Mientras él estudiaba su maestría en New York quería ingresar a los medios, los cuales no lo contrataban por su acento. Sin embargo, consiguió un puesto como traductor nocturno en la Associated Press, trabajaba de 12 de la noche a 8 de la mañana. Un día alguien no se presentó y ahí estaba yo, adentro del edificio. Consecuencialmente fueron apareciendo distintas oportunidades.
En sus viajes a Asia, Oppenheimer tuvo contacto con la disciplina de las culturas orientales, las innovaciones tecnológicas y hasta con lo que coloquialmente llamamos futurólogos. Allí planteó la pregunta ¿Qué sugiere usted estudiar a los jóvenes? Y recibió la siguiente respuesta: “Yo le aconsejaría a un joven buscar las olas del futuro, montarse en la que mayor prosperidad vea y surfearla”. Él nos hace saber que opina de manera distinta a la respuesta que recibió. Adecuando un poco la línea nos la comparte:
“Yo le aconsejaría a un joven: ‘Busca las olas del futuro, móntate en la que más te guste y surféala'”.
El periodista concluye con que sí existen tendencias en carreras con mayor oportunidad por la necesidad en el mercado. Por ejemplo, el sector salud, el bienestar o wellness, los entrenadores, los consejeros espirituales, los analistas de datos y el sector de la innovación.
Sin embargo, resalta que uno debe escuchar su pasión. Si tienes algo que te mueve, ve por ello. Aunque también, de manera hilarante, hace hincapié en que, si no tienes una pasión, seguir una de las carreras del futuro no es mala opción.
La invitación a no dejar de prepararse es clara y concisa. No hay recetas mágicas ni hilos negros. Solo personas que han puesto entre sus prioridades seguir su pasión, prepararse, actualizarse y leer. El ejemplo lo pone Oppenheimer, pues él lee cuatro libros al mes.
Puedes seguir a Oppenheimer en su blog: El Informe Oppenheimer.
VRL