El pasado fin de semana, las autoridades de Uganda impusieron un bloqueo de viaje en dos distritos afectados por el ébola. Yoweri Museveni, presidente de Uganda, incrementó los esfuerzos para detener la enfermedad. Como resultado, no se puede ingresar o salir de los distritos de Mubende y Kassanda en transporte público o privado.
Se ordenó el cierre de todos los centros de culto y lugares de diversión. Todos los entierros en esas áreas deben estar bajo la supervisión de los funcionarios de salud. Además, se ha establecido un toque de queda. Las limitaciones estarán vigentes durante al menos 21 días. “Dada la gravedad del problema y para evitar una mayor propagación, el Gobierno está tomando medidas adicionales que requieren la acción de todos” informó Museveni.
Desde que se informó de una epidemia el 20 de de septiembre en la nación del este de África, 63 personas han contraído el virus. Al menos 29 personas han fallecido, incluidos cuatro profesionales médicos. El ébola no se disemina por partículas de virus en el aire, sino por contacto directo con fluidos corporales. Aunque existe un intento en desarrollar una vacuna, actualmente no existe un tratamiento reconocido para la enfermedad. No obstante, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que se están creando dos vacunas para tratar la cepa ébola-sudán en Uganda.
Para ayudar a Uganda a combatir el brote, el Reino Unido contribuirá con 2,2 millones de libras. La OMS recibirá 400 000 libras de esa suma. Incluso se avisó en el comunicado que el Programa Mundial de Alimentos y Unicef recibirían 900 000 cada uno. Igualmente, el Gobierno británico ha enviado un especialista en gestión de casos a Uganda para ayudar a la OMS en los casos de urgencia