Desde la llegada de Hirving “Chucky” Lozano al PSV Eindhoven de la liga holandesa Eridivisie. Es muy común escuchar a los aficionados del equipo granjero entonar el Cielito lindo en la tribuna del Philips Stadion. Los goles y las gambetas del mexicano se han convertido en el pan de cada día. Con la llegada de Erick Gutiérrez, todo parece augurar que el espectáculo irá en aumento.
Sin embargo, el idilio entre el club holandés y los futbolistas nacionales no es nuevo, sino que comenzó en 2006. Con el boleto a la fase de Grupos de la UEFA Champions League. Los holandeses anunciaron el fichaje de Erick Gutiérrez, canterano del Pachuca al igual que Lozano. Un fichaje que demuestra que. Si hay un equipo en Europa que apuesta por el futbolista mexicano, es el PSV.
Gutiérrez se suma a una lista de futbolistas aztecas que han desembarcado en el PSV. Todos ellos han demostrado que el binomio entre mexicanos y rojiblancos es un modelo exitoso. El primero en arribar a los Países Bajos fue Carlos Salcido. Oriundo de Ocotlán, Jalisco, quien durante cuatro temporadas aportó solidez defensiva al club granjero. En el que disputó 157 encuentros y donde se proclamó campeón de la Eredivisie. En dos ocasiones (2006/2007 y 2007/2008) y en una de la Supercopa Johan Cruyff (2008).
Tras los pasos de Salcido, el segundo mexicano en arribar a Eindhoven fue Francisco Javier el “Maza” Rodríguez. En 2008. El canterano rojiblanco, quien compartió la zaga defensiva junto a Salcido en Chivas. Haría su debut sustituyéndolo durante la Supercopa Johan Cruyff para proclamarse campeón. Su paso por Holanda le permitió fichar por el Stuttgart en 2011.
Luego de disputarse el mundial en Brasil 2014, llegaría el turno para Andrés Guardado, jugador formado en las fuerzas básicas del Atlas que se convirtió rápidamente en un referente del PSV. Bajo el mando de Phillip Cocu, el tapatío disputó 102 partidos en los que marcó 4 goles y concretó 23 asistencias. El “Principito” conquistaría dos Eredivisie (2014/2015 y 2015/2016) y una Supercopa Johan Cruyff en 2016.
Además de los logros colectivos, Guardado fue elegido como el mejor jugador de la Liga holandesa en el 2015, y fue incluido en el 11 ideal de la misma competición en 2016. Dichos logros le permitieron al mexicano regresar a LaLiga Santander con el Betis. Ante la inminente salida del “Principito”, los aficionados rojiblancos desplegaron un mosaico en el Philips Stadion, en donde se apreciaba la bandera mexicana y se leía la leyenda “Nuestra Águila de Oro es Mexicana. Tiene que estar en el PSV Eindhoven. Nuestra casa es tu casa, Andrés”.
Un año más tarde, Héctor Moreno ficharía por el PSV. El canterano universitario disputó dos temporadas en la Eredivisie, mismas que le valdrían para proclamarse campeón de liga (2015/2016) junto a Guardado y fichar por la Roma.
Sin lugar a dudas, el último gran ídolo mexicano es el “Chucky” Lozano. Desde su llegada a la liga holandesa el mexicano demostró su talento y descaro frente a las defensas rivales. En su primera campaña, Lozano marcó 17 goles y logró 8 asistencias, lo que lo convirtió en el referente en ataque del PSV para conquistar la liga (2017/2018).
Niños prodigio
Con la llegada de Erick Gutiérrez, los niños prodigio de los Tuz
os vuelven a reunirse, esta vez para defender los colores del club granjero.
Los rojiblancos ya conocen a sus rivales en la máxima justa europea. En esta ocasión, se medirán nada más y nada menos que con el Barcelona, el Internazionale de Milán y el Tottenham. Ahora es el turno para que Lozano arrope y guíe a Gutiérrez de manera que este se pueda adaptar lo más rápido posible al fútbol europeo; para que, a su vez, la afición pueda disfrutar de la mejor versión de los jóvenes mexicanos.
Foto por: Fútbol Total
