La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) podría retirar del mercado diversas marcas de sopas instantáneas debido a su bajo aporte nutrimental. De acuerdo con un artículo publicado en El Financiero, México es el segundo país de Latinoamérica que más sopas consume. Según el diario especializado en economía, las ventas de este producto aumentaron durante el inicio de la pandemia hasta llegar a los 160 millones de unidades. En El Despertador Panamericano nos entrevistamos con la nutrióloga Amalia Hernández Flores para conocer qué tan perjudicial es consumir este tipo de sopas.
Mar Ayala: ¿Qué ingredientes componen estas sopas y cómo afectan a nuestro cuerpo?
Amalia Hernández Flores: Este producto contiene diferentes tipos de grasas, tres tipos de azúcares y siete diferentes sales. Dentro de los ingredientes encontramos grasa de pollo de origen animal, es decir, grasas saturadas y, por lo tanto, difíciles de metabolizar. También contienen azúcares, que contribuyen a que los organismos que tienen resistencia a la insulina eleven sus niveles de glucosa. Esto ocasiona un desajuste en sus nutrientes y favorece el almacenamiento de grasas, lo que provoca aumento de peso. Pero lo que más preocupa dentro de sus ingredientes es el alto nivel de sodio. Este constituye casi la mitad de lo que un adulto necesita por día.
Mar Ayala: ¿Cuántas calorías contienen estas sopas y cómo afectan a nuestro cuerpo?
Amalia Hernández Flores: Estas sopas cuentan con 292 calorías por empaque. Sin embargo, cuando hablamos de calorías no sólo es importante saber el número caloríco que aportan. También es necesario conocer cuántas de estas calorías corresponden a cada macronutriente (grasas, carbohidratos y proteínas). Por lo tanto, un alimento alto en grasa indica que el cuerpo estará llenándose de energía que no vamos a utilizar.
Mar Ayala: ¿Cómo es el proceso de digestión de este tipo de sopas instantáneas?
Amalia Hernández Flores: Es igual que si consumieras la misma cantidad de otro tipo de pasta. El proceso digestivo depende de cada organismo, de que no tenga daños, enfermedades que impidan una correcta función del sistema digestivo. Puede digerirse en algunas horas o hasta días si hay daño en el organismo, como lo haría con cualquier alimento.
Mar Ayala: Existe una gran cantidad de mitos sobre estas sopas. Por ejemplo, que sus ingredientes pueden desarrollar cáncer, o que los fideos son de plástico, etc… ¿Usted podría desmentir o reforzar estos mitos?
Amalia Hernández Flores: Sigue siendo un producto procesado. Esto significa que está adicionado con una gran cantidad de sustancias químicas para preservar el producto e intensificar su sabor. Sin embargo, es necesario quitar mitos: que son de plástico, que se “pegan” en el intestino… Esto es falso. Lo que es real es el bajo aporte nutricional que contienen. Así como la elevada cantidad de diversos químicos que pueden alterar nuestra función celular.
Amalia Hernández Flores: Sin duda estas sopas son productos de fácil consumo, es decir, son prácticos. Pero si queremos mantener un buen estado nutricional su recomendación es no consumirlos. No solo este producto, sino muchos de los alimentos procesados que hoy día existen (frituras,golosinas, bebidas azucaradas, etc..). Debemos regresar a lo natural, a preparar nuestros alimentos. Hacer lo contrario podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónico degenerativas. Pero, sobre todo, debemos recordar que el precio de una vida cómoda es alto y se cobra con la salud.