El 8 de marzo es una fecha importante en la que podemos reflexionar acerca del papel de la mujer en el deporte. En México el más popular es el fútbol, el cual históricamente ha sido catalogado como un deporte para hombres. Al día de hoy se han tenido avances importantes para la inclusión de las mujeres en esta industria.
El primer paso fue la profesionalización del fútbol femenil, en el año 2016, aunque esta se materializaría en 2017. Comenzó con un torneo de copa en el que participaron 12 equipos en un formato de fase de grupos y una posterior eliminación directa. En ese torneo las campeonas fueron las Tuzas de Pachuca. El siguiente paso fue la creación formal de una liga en la que entraron en un inicio 16 equipos y que hasta el 2018 se pudieron completar los 18 equipos que se esperaban desde un inicio. Desde entonces ha habido 4 campeonas: Chivas, Monterrey (3 veces), Tigres (4 veces) y América.
Poco a poco esta liga ha ido creciendo en popularidad y calidad. A pesar de que solo ha habido cuatro campeonas, cada vez más equipos se suman a la competencia por el título. Además, la Liga MX Femenil cuenta con cinco partidos que se encuentran dentro de los 10 con mayor asistencia en la rama femenil. Cuatro de estos se encuentran en el top 5; el primer lugar lo detenta el encuentro entre Monterrey y Tigres, cuya asistencia fue de más de 50 mil personas.
Además la liga ha empezado a rendir frutos puesto que ha generado futbolistas con mayor experiencia y calidad a la selección nacional. A lo largo de estos cinco años han salido figuras como Mónica Ovalle, Nicole Pérez, Licha Cervantes, Katty Martínez, Allison González, entre otras. De hecho, esta última fue nombrada como una de las mayores promesas a nivel mundial. Y la calidad se ve en las jugadoras jóvenes, pues en 2018 la selección sub 17 consiguió un subcampeonato histórico.
A pesar de que ha sido un paso importante la creación de la liga aún hay varias cosas por mejorar. Para empezar, está el tema de los salarios. En México las jugadoras viven situaciones complicadas para poder dedicarse al 100 por ciento al deporte. La primera de ellas es el salario. Actualmente su salario ronda entre los 2 mil 500 y los 30 mil pesos, mientras que en la varonil el salario promedio es de 750 mil pesos mensuales.
Otro problema es que no se les dan la condiciones adecuadas para el desarrollo de su deporte. Por ejemplo mientras el equipo varonil puede viajar en avión, las del equipo femenil viajan en camión. Inclusive la ex jugadora Daniela Pulido, en el podcast Muy fuera de lugar, menciona que hay ocasiones en que ni hidratación les proporcionan. Sumado a esto, hay equipos que no juegan en el estadio del equipo y tienen que jugar en los campos de entrenamiento. Aunque cada vez hay más equipos que hacen uso del estadio del equipo varonil.
Un caso al que se puede aspirar es el de la selección femenil de Estados Unidos. Ellas consiguieron hace poco el pago igualitario en selección nacional. Si bien no fueron las primeras, sí fueron las que causaron mayor revuelo. Para empezar, contaban con las credenciales. Las estadounidenses han dominado el fútbol por años; de hecho, son la selección más ganadora en mundiales de la historia, además de que cuentan con varias medallas olímpicas. Ambas competencias las conquistaron cuatro veces.
Conviene aclarar que en Estados Unidos el fútbol, al contrario de México, siempre fue más popular entre las mujeres. Y por fin de varios años de lucha lograron conseguir el pago igualitario. Otras selecciones que igualmente gozan de esta característica son: Australia, Brasil, Inglaterra, Países Bajos y Dinamarca.
En México aún hay camino por recorrer para llegar lo logrado por las sus vecinas del norte; sin embargo, vamos por buen camino. La selección poco a poco entrega mejores resultados y cada vez la liga crece más. Con el paso del tiempo, México puede lograr la tan ansiada igualdad en este deporte.