Osiel González Hernández

Me llamo Osiel e imagino, pese a que no soy un hombre pragmático, que si no estuviera aquí, en periodismo, estaría en Negocios internacionales, o Derecho, o en alguna ingeniería. Incluso recuerdo, con melancolía, que me faltó determinación para el ejército. Pero, en la incertidumbre, escogí esto. Algunas personas dicen que esta carrera es vocacional. Otras que se nace siendo periodista. Que si es una de esas profesiones que tienen un no sé qué; lo ignoro, mas aquí sigo.

¿Los periódicos serán capaces de educar a la sociedad?

Aun si las obras románticas me aturden, confío en mi razonamiento cuando le atribuyo, al periodismo, un intangible. No sé todavía si es porque lo veo como un trabajo intelectual, aguerrido y utópico (en el buen sentido). O como una profesión ingenua e ilusoria. Pero algo tiene. Por lo pronto, me limito a anotar, conforme mi memoria, una pregunta que leí en algún libro, del cual ahora no recuerdo el nombre: “Sin los sacerdotes, ¿los periódicos serán capaces de educar a la sociedad?”

Y algo más por lo que creo que sigo aquí: el entorno que me rodea. Con todos sus problemas, desgracias, necesidades, pesadumbre y tristezas. Pero también con sus bondades.