Continuamos con este especial de entrevistas a nuestros alumni de la Escuela de Comunicación con Natalia Mejía. La egresada en Comunicación Audiovisual nos llevará a explorar el silencioso -pero vital- mundo del audio en las producciones.
André Alba: Estudiaste la carrera de Comunicación Audiovisual, ¿Cuál es el valor agregado propio de tu especialidad? ¿Qué hace diferente a un audiovisual?
Natalia Mejía: El ser audiovisual es sinónimo de creatividad e innovación en cualquier rama en la que te especialices, ya sea en vídeo, fotografía, audio, guionismo, producción televisiva, etc… El mundo y el ser humano evolucionan constantemente y junto con eso, los profesionales audiovisuales, que siempre necesitamos innovar para generar vanguardia.
A.A.: Las personas ajenas a esta profesión siempre tienen esta duda… ¿Qué trabajos puede desempeñar un comunicólogo?
N.M.: El rango es muy amplio, siempre se relaciona este trabajo a presentadores de televisión, pero vamos más allá del estereotipo. El mundo funciona a través de la comunicación, tanto personal como hacia la audiencia. Dependiendo de tus habilidades y la decisión que tomes en tu carrera, te puedes desarrollar como creador de contenido, tanto de entretenimiento como de medios serios, intermediario de organizaciones comerciales, organizaciones políticas e internacionales, operador de herramientas como cámaras, estaciones radiofónicas, etc…
A.A.: ¿Cómo fue tu transición de estudiante a egresado? ¿Cómo cambia tu forma de vida? ¿Saliste ya con trabajo o buscaste?
N.M.: Debido a circunstancias de salud, salí de la carrera sin un trabajo estable y por el momento he estado haciendo trabajos de freelance e incubando proyectos de contenido en internet. Es un cambio drástico en mi vida después de haber egresado y, aunque en estas circunstancias es un poco complicado conseguir trabajo, estoy contenta de aplicar mis conocimientos en un proyecto propio.
A.A.: Cuéntanos en qué trabajas y cómo es un día normal para ti en el aspecto laboral.
N.M.: Soy freelance de locución comercial y colaboro en algunos proyectos de doblaje. Mis días son bastante relajados pues disfruto mucho del grabar y de editar en mi propia casa. También trabajo en un proyecto de podcast junto con un equipo, por lo que disfruto mucho mi trabajo como si fuera pasatiempo.
A.A.: ¿Cuál es la cualidad más importante que aportas tú a la oficina/proyecto donde trabajas?
N.M.: La calidad es lo más importante, he invertido tiempo, dinero y materiales para que los audios que grabo sean del agrado de mis clientes y pueda ser escuchado por la gente. Además de esfuerzo en dicción y entonación en cada palabra.
A.A.: El mundo de los medios y la comunicación ha migrado durante los últimos años hacia el ámbito digital. ¿Cómo ayudas a consolidar esta transición en tu área de trabajo?
N.M.: Hasta el momento, todo mi trabajo se ha enfocado al medio digital, pues la mayoría, sino es que todos, los audios que he generado van dirigidos a ser escuchados por internet. A la vez, el podcast que estoy generando va dirigido hacia jóvenes cuyo pasatiempo más importante es navegar en medios digitales.
A.A.: En las producciones mucho se habla de la imagen y los efectos, ¿Cuál es la magia del audio?
N.M.: El audio es una herramienta poco visibilizada que tiene un gran impacto en la audiencia, la elección de efectos de sonido puede hacer una diferencia entre una película mala o una buena, así como la elección de piezas musicales que acompañan a los personajes puede generar distintas impresiones y/o sentimientos. Por ejemplo, escuchar que rasgan un pizarrón genera incomodidad y se puede utilizar en películas de suspenso y/o terror. Alguien encargado del audio en cualquier producto audiovisual debe tener la habilidad (y el oído) para lograr poner las notas correctas en el momento correcto.
A.A.: Como alguien que se desempeña en la locución. ¿El locutor nace o se hace?
N.M.: Pienso que es una combinación de ambas, realmente no conozco a ningún locutor que no haya tenido que hacer ejercicios de vocalización y dicción. Pero es cierto que no todas las personas tienen un timbre de voz totalmente agradable, por lo que la genética juega un rol importante. Es difícil pensar en un locutor con voz privilegiada pero que arrastra las palabras o en un locutor con una entonación impecable pero con voz es extremadamente nasal. En cualquier caso, siempre hay cosas para mejorar y ejercicios por hacer para mejorar la locución.
A.A.: Un proyecto que marcó tu experiencia universitaria.
N.M.: Tuve la oportunidad de grabar mi propio cortometraje gracias al patrocinio de Tequila Films, lo cual fue sumamente gratificante, pues pude aprender muchas cosas que estudiando la teoría jamás habría experimentado. Me acercó a un ambiente completamente laboral dentro de una producción cinematográfica.
A.A.: ¿Qué habilidades extra académicas que aprendiste durante tu carrera son esenciales en tu desempeño laboral?
N.M.: Durante la mayoría de mi carrera estuve dentro de la compañía de teatro, lo que me ayudó muchísimo a pulir la calidad de voz y dicción, así como mi intención en las palabras. También fue lo que me ayudó a poder hacer doblaje.
A.A.: ¿Qué dificultades, si las hay, encontraste al comenzar a trabajar? Es decir, ¿Qué te costó aprender, adaptarte, relacionarte?
N.M.: Me cuesta mucho relacionarme con las personas y por el momento he tenido problemas al expandir mi trabajo para que más gente me conozca.
A.A.: ¿Qué consejo le darías a alguien que está a punto de terminar la carrera de comunicación?
N.M.: No pierdas la conexión con tus compañeros de carrera ni con tus maestros; después de la universidad se pueden convertir en potenciales socios de trabajo o en conectores con otras empresas. Tampoco olvides ayudarlos a ellos cuando lo necesiten.
A.A.: ¿Qué consejo le darías a quienes no se deciden por una carrera pero les gusta la comunicación? ¿Cómo los convencerías?
N.M.: Si estás interesado en esta carrera y te sientes cómodo con alguna de las distintas áreas de especialidad, entra. Ya tienes el gusto; lo puedes convertir en pasión para crear muchas cosas increíbles y sentir que te pagan por lo que más te gusta y no sentirlo como un trabajo pesado.