El proceso de selección de jueces, magistrados y ministros en México ha desatado polémica. Esto debido a inconsistencias en el registro de aspirantes. Según Arturo Zaldívar, coordinador del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo, de los 18,447 inscritos, algunos no cumplen con requisitos básicos. Entre las anomalías detectadas, hay aspirantes sin cédula profesional o experiencia en Derecho, como lo exige la convocatoria.
El registro comenzó el 5 de noviembre con solo 15 inscripciones, pero en los últimos días del plazo las cifras se dispararon. El 24 de noviembre, el último día para registrarse, se sumaron 5,219 solicitudes en un solo día. Este incremento masivo ha generado dudas entre magistrados y analistas, quienes piden mayor transparencia en el proceso.
Entre los aspirantes figuran nombres reconocidos como Bernardo Bátiz, exprocurador de la Ciudad de México, y Celia Maya García, integrante del Consejo de la Judicatura Federal. Sin embargo, también se registraron casos preocupantes, como el de Andrea Lizbeth Rosales, quien no tiene cédula profesional. Otro ejemplo es Alma Delia Campos García, registrada con estudios en enfermería y arquitectura, pero sin formación en derecho.
El magistrado José Alanís García calificó de “sospechoso” el aumento de inscripciones al cierre del registro. Señaló que personas sin la preparación adecuada pudieron participar debido a los bajos requisitos establecidos. Por otro lado, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el proceso como “un éxito histórico” por la participación masiva y aseguró que el Poder Judicial “se transformará para bien”.
Los resultados se darán a conocer el 15 de diciembre. Mientras tanto, el Comité de Evaluación enfrenta el desafío de revisar los 18,447 expedientes en menos de un mes. La falta de rigor en algunos registros pone en entredicho la calidad del proceso y la selección final de los juzgadores.