En un artículo de la BBC, Dalia Ventura relataba cómo algunos pensadores, inventores y autores lograron algunas de sus grandes obras durante cuarentenas pandémicas en otros momentos de la historia. Newton, Boccaccio, Shakespeare, Munch, por mencionar algunos. Alguien utilizó esta nota y escribió un tuit para contrastarla con lo que estamos haciendo nosotros. “Mientras Macbeth fue escrito durante la cuarentena, tú estás viendo Netflix”. Pues sí, resulta que quien escribió esta frase quizá tenía un poco de razón. Pero la historia es más compleja que el puro acto de estar haciendo “zapping” para elegir lo siguiente que veremos en nuestra plataforma de streaming favorita.
Estamos saturados de información relativa a incertidumbre, enfermedad, muerte, riñas y golpeteos políticos. Todo gira alrededor de un virus atemorizante y desconocido… No sólo resulta una obviedad refugiarnos en actividades que nos ayuden a escapar de la realidad abrumadora. También podemos poner en evidencia la modificación de hábitos y prácticas de entretenimiento que la cuarentena tan sólo ha reafirmado. Por tanto, además de hacer una descripción sobre cómo se ha modificado nuestro consumo durante estos últimos meses, vale la pena también explorar algunas formas en la que la industria mediática ha optado por reinventarse durante este tiempo.
De acuerdo a un reporte de Nielsen (2020), las horas de consumo mediático han subido en promedio de 8 a 12 horas. Ese incremento se ha fragmentado aún más de lo que ya venía sucediendo. Ha aumentado significativamente la utilización de videojuegos, en consola y en la web. También los sitios de consumo de deporte en línea y de juegos y apuestas en todos los dispositivos con acceso a internet. Además de que se ha disparado el número de apps bajadas en dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y tabletas.
La utilización de plataformas de contenido audiovisual se ha incrementado en un 12% durante el último mes según Forbes. Netflix y Spotify son las dos con más incremento en número de suscriptores. También ha aumentado el uso de algunas redes sociales, en particular. Tik Tok, WhatsApp, Instagram y YouTube son las que han presentado el mayor incremento en número de usuarios. En este sentido, es importante resaltar cómo estas redes empiezan a ser utilizadas incluso por instituciones públicas y sanitarias y por médicos o políticos para acercar información científica y de salud a sus usuarios.
En el ámbito informativo, conviene resaltar el incremento en visitas a sitios de internet y aplicaciones de fuentes gubernamentales. Así mismo, se aprecia un aumento en el consumo de noticieros de radio y de televisión locales. Desde la perspectiva del consumo, se ha disparado la utilización de páginas de compra en línea. En México, las más usadas han sido Amazon y Mercado Libre. También han tenido un repunte las aplicaciones y páginas de compra en línea de negocios y servicios de consumo básico.
Finalmente, vale la pena también poner atención en lo que los medios de comunicación y otras instancias de entretenimiento están haciendo para seguir incentivando el consumo y dar soluciones creativas para producir su programación habitual. En México, por ejemplo, la Liga MX ha optado por llenar el vacío de la transmisión de partidos de fútbol con competencia de video juegos entre sus jugadores. Muchos de los noticieros de televisión y radio han migrado a soluciones caseras de transmisión de contenidos. Lo mismo ha pasado con algunos programas de entretenimiento.
No cabe duda que, como se dice coloquialmente: “Siempre se encuentra el modo”. Una crisis mundial como ésta, ha cimbrado todas las dimensiones de nuestra vida en el corto plazo, incluida nuestra manera de consumir y producir contenidos. Así como la forma en la que las marcas de medios interactúan con sus públicos. Una vez que pase la tormenta, será interesante descubrir si algunos de estos cambios llegaron para quedarse, instaurando una “nueva normalidad” mediática o se regresaremos a nuestra antigua normalidad.