Las Chivas femenil, frente a 40 mil personas, lograron conquistar la liga una vez más. A pesar de haber perdido la vuelta por marcador de 1-0, lo logrado en la ida les permitió coronarse frente a su gente. Al final, el marcador global terminó 4-3. Con este resultado, y tal como ya había sucedido en 2017, consiguieron el triunfo definitivo. Recordemos que el equipo femenino de las Chivas ha llegado tres veces a la final, en dos de las cuales ha resultado, como en esta, vencedora.
La afición abarrotó las gradas del estadio Akron. Se notaba la importancia del juego, pues el recinto estuvo a un 86% de su capacidad. Se sentía un optimismo impresionante y todo el graderío confiaba en la obtención del teatro. Además de que se sentía un ambiente sumamente familiar. Se podía sentir que todos los presentes estaban en la misma sintonía conforme se iban llenando las butacas. Todo acompañado por un mariachi tocando en la entrada principal del estadio, y complementado por un DJ que ambientaba las gradas.
La afición comenzó a emocionarse desde el protocolo inicial. Este dio inicio con el himno de la Liga MX, acompañado de pirotecnia y los escudos de ambas escuadras. Todo para cerrar con una bandera mexicana gigante y el himno nacional. Ahora sí, con la emoción a tope comenzó el juego.
En la cancha se pudo notar un contraste con el partido de ida, pues este se mantuvo conservador en el primer tiempo. Las jugadoras de ambos conjuntos se notaban algo nerviosas, sobre todo al dar el último pase para que la jugada realmente inquietara. Sin embargo, ambos equipos lo intentaban; ninguno cedió espacio. Se estaba dando un duelo en el que ambos equipos buscaban armar jugadas para romper el cero, pero ninguno tuvo llegadas claras. Aun así, Chivas tuvo las aproximaciones más peligrosas al minuto 9 y al minuto 13. Sin embargo, en el resto de la primera mitad se mantuvo tranquilo.
El segundo tiempo tuvo mayor intensidad. Las locales se dedicaron a cerrar el partido. Esperaban mucho al rival y, en cuanto se hacían de la posición del balón, buscaban contragolpes veloces. Aunque, al igual que en el primer tiempo, fallaban en el pase decisivo. Por su parte, las ‘Tuzas’ atacaron y presionaron a las locales con paredes y tiros de larga y mediana distancia. A pesar de eso, la defensa rojiblanca se mantuvo firme y dio pocas ventajas a las rivales.
El control se mantuvo hasta el minuto 60. En una mala salida de las tapatías, en la que Vicky Acevedo perdió el balón ante Viridiana Salazar, se desencadenó con ese error una transición rápida de las tuzas que culminó en un gol de larga distancia de Lizbeth Ángeles. La anotación hidalguense las acercaba en el marcador y dejaba la posibilidad de que, con un gol más, se forzaran los penales. A pesar de eso, el gol no silenció a las 40 mil almas presentes. Al contrario, los gritos de apoyo se hicieron cada vez más fuertes.
Pachuca estaba notándose cada vez más y más peligrosa en sus ataques. Después del gol, su motivación y confianza crecieron. Entonces encontraron la oportunidad de oro. En un balón dividido, Charlyn Corral controló el balón dentro del área, para posteriormente techar a Blanca Félix. Sin embargo, la guardameta chocó con Corral, provocando así un penal. Esa era la gran oportunidad que Pachuca esperaba para empatar el marcador global. Ante esta situación, la grada se vino abajo con un abucheo en contra de la cobradora del penal, buscando inducir en ella la presión. Llegó entonces el momento del cobro. Charlyn recibió el balón, tomó vuelo y disparó. En ese momento, Blanca Félix se convirtió en heroína al detener el disparo cruzado desde los 11 pasos, desatando la locura en el estadio. Las gradas explotaron de alegría y festejos, era como si se festejará un gol.
Posterior a eso, el ánimo de las Rojiblancas y del estadio fue a tope. Cada vez se podía ver más cerca el segundo título de liga. Por su parte, Pachuca aún intentaba atacar y superar la oportunidad desperdiciada. Tarea nada fácil, pues cada vez la defensa parecía más sólida y fuerte. Aunque en el minuto 86 Alice Soto logró rematar a pocos metros de la portería. Pero esta era la noche de Blanca y logró detener el disparo, evitando así el empate. Finalmente el encuentro terminó y se proclamaron campeonas del futbol mexicano.
Al momento del silbatazo final el estadio explotó. La alegría se vivía en cada rincón del inmueble. Además el reconocimiento a las jugadoreas no se hizo esperar. Principalmente a Félix, la heroína de la noche. Todo el estadio retumbaba al grito de ¡Portera, portera, portera! Finalmente llegó el momento de levantar el trofeo. Una a una cada jugadora pasó por su medalla y finalmente ‘Licha’ Cervantes recibió el trofeo, el cual levantó junto a Caro Jaramillo y la ya mencionada arquera. Y, al sonido del famoso hit de Queen “We are the Champion”, comenzó la vuelta olímpica.
Finalmente las celebraciones en el estadio culminaron con una serenata para las jugadoras. Sonaron canciones icónicas para el Rebaño, así como el Cielito Lindo. Casi una hora después del final del partido, jugadoras y afición abandonaron el inmueble para continuar los festejos en la Minerva, como ya es costumbre.