Arde y no es volcán

La ciudad de Guadalajara crece cada vez más y la contaminación es más severa. Pero ante toda la problemática supondríamos estar resguardados gracias al bosque La Primavera, el pulmón de la Zona Metropolitana. Sin embargo, parece ser que no todos lo entienden así y la indiferencia se hace presente cuando de cuidar. Área protegida se trata.

Ayer domingo, rondando las 5 pm se visualizaba, como ya ocurrió el mes pasado en El Palomar o El Cielo.  Una enorme columna de humo desde el suroeste de la ciudad. Concretamente, era la zona de La Venta del Astillero, que recibía el  fuego causado presuntamente por una carne asada. El combate al incendio había comenzado en cuanto se detectó, a las 3:50 pm.

La incertidumbre no se hizo esperar en las redes sociales como WhatsApp, donde prontamente se enviaron fotografías y textos que mostraban la gran indignación del pueblo tapatío hacia las autoridades, pues se trata del segundo incendio en una semana y uno más de los más de 150 incendios forestales registrados este año en Jalisco; 5 mil 679 hectáreas se han quemado en lo que llevamos de 2019. y eso que todavía no ha terminado la temporada seca.

Falta prevención

¿Qué se puede pensar ante esta oleada de incendios? El bosque de La Primavera ha resultado gravemente afectado en esta temporada y se argumenta que han sido muchos los motivos, incluso se dijo que había un pirómano que posiblemente había causado algunos de los daños. Pero, al final, la población está molesta por la falta de una verdadera prevención a cargo de las autoridades. En definitiva, lo idóneo sería prevenir antes que curar y lamentar.

Esta situación despierta una incógnita: ¿Hay o no intereses económicos tras los incendios?, ¿será cierto que no son más que una serie de eventos desafortunados? La Venta del Astillero ha funcionado muy bien para el negocio inmobiliario, por lo que se puede pensar que este último incendio sí se planificó, pero al final no se ha podido confirmar esa versión.

No está de más recordar que, si visitan el bosque, deben evitar por todos los medios tirar cigarros prendidos o colillas y hacer fogatas y, si hay otro siniestro, es necesario cerrar ventanas y puertas. Estemos expectantes, pues este ataque al bosque, de momento, no parece cesar.

 

osaga