La Hora del Planeta es mucho más que simplemente apagar la luz. Este es un movimiento ambiental que nació hace 13 años y que ha tomado fuerza como símbolo para hacer notar que la naturaleza está en crisis. Cada 28 de marzo se suscita un apagón mundial. En esta ocasión será de 20:30 a 21:30 (hora local). El lema principal será: Apaga la luz. Todo ira bien. Podrás ver la emisión desde la página, donde la programación hará hincapié en ‘llevar la naturaleza a los hogares’.
Todo comenzó como una iniciativa de la WWF (World Wide Fund for Nature) en Sydney, Australia. En ese entonces, 2.2 millones de personas apagaron sus luces, demostrando así su interés por hacer frente ante el cambio climático. Hoy en día suma a 180 países que buscan demostrar que la naturaleza importa.
Entre tantos eventos cancelados por el COVID-19, este será uno de los que se podrá celebrar desde cada hogar. Al apagar la luz una hora, podemos ser conscientes de hasta qué límite estamos llevando al planeta. La madre naturaleza nos brinda todo para vivir (alimento, agua, aire, suelo), y, aun así, estamos acelerando su extinción. Tal vez este año valoremos más que nunca todos los recursos naturales que hasta ahora disfrutábamos.
“La tasa global de pérdida de la naturaleza durante los últimos 50 años no tiene precedentes en la historia y amenaza la vida humana y su bienestar”, mencionó Marco Lambertini, Director General de WWF International. Jamás se había vivido un deterioro ambiental tan grave que ha provocado un calentamiento global fuera de control, y al mismo tiempo, un futuro desfavorable para las personas.
La mayoría de países ha aplicado una cuarentena como medida estricta para frenar la propagación del coronavirus. La gente no ha salido de sus hogares, y aunque ellos lo han resentido, la naturaleza lo ha disfrutado. Especialmente se puede notar este cambio en Italia, Francia y España. Así que algo bueno que le encontramos a la pandemia es la reducción del dióxido de nitrógeno, un gas que afecta por completo la salud respiratoria de la gente. Se estima que el desplome es de entre 30% a 40%, y con esto, han logrado ver un cielo completamente azul después de años.
Francia
Italia
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Imagenes: El País